La jueza del Cuarto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional dictó apertura a juicio de fondo contra Fausto Miguel Cruz de la Mota, el «amigo» y «casi hermano» del ministro Orlando Jorge Mera, a quien mató de  seis disparos.

La magistrada Altagracia Ramírez acogió la solicitud del Ministerio Público y de los familiares de la víctima, que afirman demostrarán que Cruz de la Mota «es un cobarde» que actuó por su instinto de asesino para quitarle la vida al destacado dirigente político y funcionario, según dijo el abogado Miguel Valerio.

A su salida del tribunal, Cruz de la Mota, a quien se le apoda «Carandai», reiteró que actuó en defensa propia y que fue al Ministerio de Medio Ambiente a cobrar una deuda de 3 millones de dólares que se le debía por trabajos de carácter político.

Al explicar su declaración, su abogado Moisés Fontanilla, dijo que su cliente argumenta que tiene 30 años importando armas y que era una persona solvente, no un «pedilón».

En cuanto a que cometió el crimen en legítima defensa, Fontanilla indica que Cruz de la Mota argumenta que la víctima tenía un revolver en el bolsillo derecho del pantalón que él mismo se lo había dado.

«Yo le he dicho a él, y lo hemos planteado, de que él no necesita cuestionar la honorabilidad reconocida del occiso Orlando Jorge Mera que todo el mundo lo reconoce como un hombre honorable. Él está planteando sus argumentos y nosotros como abogados obviamente no le vamos a contradecir y vamos hacer todos los esfuerzos pertinentes», asevera Fontanilla.

Joege Mera fue ultimado en su despacho del ministerio de Medio Ambiente el 6 de junio del pasado año.

Según la acusación, Cruz de la Mota llegó a las 12:00 del mediodía a la sede de Medio Ambiente, ubicada en la avenida Cayetano Germosén con Gregorio Luperón. Y a los pocos minutos de ingresar al despacho del ministro y estar ambos solos, porque Jorge Mera dijo a su seguridad que saliera,  le realizó seis disparos.

Los tiros se hicieron con un arma marca Taurus, calibre 380, serie No. KXL44043 e impactaron a la víctima en la cabeza, cara, tórax anterior y posterior y la mano izquierda, “causando hemorragia, contusión y laceración de masa encefálica, conforme al acta de levantamiento del cadáver No.61610 del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif)”.

Tras asesinar a su amigo de infancia, Miguel Cruz, aprovechó la desesperación de los empleados del edificio y salió por una escalera  y acudió a una iglesia donde, vía el sacerdote, se entregó a la Policía.

En la solicitud de medida de coerción, el Ministerio Público sostuvo que el móvil del crimen fue el rechazo de una licencia para Aurum Gavia, un permiso especial, que les permitiera exportar unas cinco mil toneladas de baterías usadas, la cual le fue rechazada por el malogrado funcionario.