La República Dominicana y Canadá calmaron la tensión en sus relaciones diplomáticas con la adopción de un comunicado conjunto en el que expresaron su interés en colaborar para canalizar la ayuda para Haití, dejando fuera la posibilidad de instalar una oficina en suelo dominicano, como había pretendido la nación norteamericana.

Los dos estados decidieron “ampliar la coordinación en Haití, Canadá, República Dominicana y otros lugares a través de una mayor presencia diplomática en las embajadas canadienses en Puerto Príncipe y Santo Domingo”. 

Para ello, expresaron la intención de colaborar a través de una serie de acuerdos que impliquen la movilización de fondos y personal diplomático. Esos acuerdos serían definidos en el futuro.

En el documento se afirma que “Canadá y República Dominicana tienen sólidas relaciones bilaterales y son socios de larga data, incluso en asuntos de seguridad regional”. 

El comunicado, además, indica que los dos estados reconocen que restablecer la estabilidad en Haití reducirá la carga “desproporcionada” sobre República Dominicana, su único vecino terrestre, incluyendo las tensiones sociales y la presión presupuestaria que se generan en los servicios sociales dominicanos.