Decenas de policías armados atacaron ayer la residencia privada del primer ministro de Haití, Ariel Henry, en el marco de un movimiento de protesta por la indiferencia de las autoridades frente a la muerte de más de una decena de agentes a manos de grupos armados este mes.

Durante el ataque a la residencia de Henry, ubicada en el sector Delmas 60, en Puerto Príncipe, se registraron daños materiales y se oyeron fuertes disparos, mientras que varios vehículos resultaron con los cristales rotos, según informaron medios locales.

No estaba en casa
El primer ministro regresaría ayer de Argentina, donde participó el martes en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Para impedir el aterrizaje del avión que lo traerá al país, los manifestantes se dirigieron al aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe, donde levantaron barricadas y quemaron neumáticos, provocando la paralización del tráfico.

La tensión en el área metropolitana de Puerto Príncipe y sus alrededores era ayer máxima; y se registraron constantes disparos, pocas horas después de que siete policías fueran asesinados por grupos armados en Savien, en el departamento haitiano de Artibonite, elevando a diez el número de agentes muertos de manera violenta en dos semanas.

Ante la tensa situación, algunas escuelas enviaron a sus alumnos a casa y la población tiende a abandonar las calles de la capital, donde la presencia policial ha sido escasa en los últimos días.

En 2022, al menos 55 agentes fueron asesinados en el país, en un contexto marcado por el deterioro del clima de seguridad y dominado por los ataques armados, la multiplicación de los secuestros, los robos y las violaciones.

La crisis de Haití

Inmerso desde hace años en una crisis sociopolítica y económica, Haití vio agravarse aún más su situación tras el magnicidio en julio de 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse.

Los asesinatos son solo el más reciente ejemplo de la escalada de violencia en la nación caribeña, que se ha visto afectada por guerras de pandillas y caos político tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021.

Intervención militar
Su sucesor, que no fue electo, ha pedido a la ONU que lidere una intervención militar, pero ningún país está dispuesto a pisar el terreno.
Las muertes enfurecieron a los miembros de Fantom 509, un grupo armado de policías actuales y retirados que ha exigido violentamente mejores condiciones para los agentes.

Decenas de estos hombres recorrieron ayer la ciudad, muchos de ellos encapuchados, con uniformes de policía, chalecos antibalas, fusiles y armas automáticas.

Tomaron autobuses para bloquear carreteras e incendiaron neumáticos en toda la ciudad, dejando una columna de humo por las calles. Muchos exigieron medidas más duras contra las pandillas y pidieron el fin del actual gobierno de Ariel Henry, que muchos haitianos consideran ilegítimo.

Ataque deliberado

— Ausencia
En un momento del ataque, los manifestantes derribaron una de las puertas exteriores de la casa del primer ministro Ariel Henry. El ejecutivo no se hallaba dentro de la residencia atacada por el grupo de policías.