Tartamudeando y rechazando que sea corrupto, como se ha dicho desde el 1 de junio del 2022 cuando mató al ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, el acusado Fausto Miguel Cruz de la Mota aseguró que «en realidad, fueron tres disparos» que le dio y que le segaron la vida al funcionario.

«En realidad, fueron tres disparos que yo le di», dijo al tomar la palabra en el primer día del juicio de fondo por la muerte del también alto dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Pese a que el Ministerio Público leyó en la acusación que fueron seis disparos que Cruz de la Mota hizo al hoy occiso, este indicó que se han manipulado todas las pruebas, porque no fueron «13» los tiros que realizó.

Reiteró que lo mató luego de una discusión que sostuvieron por una deuda de tres millones de dólares que le prestó y que Orlando Jorge Mera intentó dispararle primero en su despacho, donde acudió «con mucho entusiasmo» a cobrar.

Expuso ante las juezas del Cuarto Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Distrito Nacional que intentaba que Jorge Mera le adelantara 500 mil dólares de la deuda. Además, declaró que Jorge Mera intentó matarlo primero con un revolver que él mismo le había entregado en una ocasión.

El Ministerio Público afirma que el móvil fue el constante rechazo a los permisos para la exportación de cinco mil baterías usadas.

«Están manipulando la mayoría de las pruebas», aseguró Cruz de la Mota, quien también recordó que es uno de los importadores de armas más importante del país desde los años 90.

«No soy esa persona que ellos dicen soy, ligada a la corrupción», argumentó al refutar el tráfico de influencia que habría intentado realizar en el Ministerio de Medio Ambiente.

El órgano acusador le atribuye que había presionado a Jorge Mera para que sustituyera los funcionarios en el Ministerio de Medio Ambiente que rechazaban su solicitud de autorización para la exportación de las baterías.