Más de cuatro mil personas de los barrios de Tabarre y Delmas escaparon de sus casas por temor a las pandillas, que hoy mantienen en alerta a la Policía Nacional de Haití.

La Organización Internacional para las Migraciones precisó que cuatro mil 201 ciudadanos debieron abandonar sus hogares tras los ataques reiniciados la pasada semana por las bandas armadas.

Según el organismo, entre los desplazados tres mil 487 vivían en Delmas, y 714 en Tabarre.

Estos desplazamientos masivos reflejan la magnitud de la crisis de seguridad que enfrenta Haití, puntualizó el comunicado divulgado por el sitio digital Kominotek.

Las autoridades locales, en colaboración con organizaciones humanitarias, están tratando de satisfacer las necesidades urgentes de los desplazados, incluidos alimentos, refugio y protección, pero los recursos disponibles siguen siendo insuficientes.

PUERTO PRÍNCIPE SIGUE IGUAL 

La capital de Haití sigue hoy igual de peligrosa, las pandillas juegan a replegarse y aparecer una y otra vez, una estrategia que mantiene a la policía nacional y a las tropas extranjeras en jaque.

De los ataques de las bandas armadas en Puerto Príncipe poco se escuchaba, pero del 16 de octubre en adelante la balacera vuelve hacer noticia, y la primera de ella fue un asalto en la calle Maglorire Ambroise, donde incendiaron casas y haciendo que los vecinos huyeran de sus hogares.

Cuando apostaban por el respeto hacia una efeméride patria,  los malhechores con sus armas automáticas interrumpieron la ceremonia de conmemoración del 218 aniversario del asesinato de Jean-Jacques Dessalines el 17 de febrero.

La balacera fue tan intensa que los miembros del Consejo Presidencial de Transición y a altos funcionarios del Estado  debieron abandonar con premura el sitio tras depositar una ofrenda floral en el Museo del Panteón Nacional Haitiano.

En la misma jornada, miembros de la banda de Bel-Air lanzaron un ataque contra los barrios de Solino y Delmas 24, precisó el diario Le Nouvelliste.

Los bandidos aprovecharon la ausencia de los agentes de policía apostados regularmente en la zona para arremeter contra los residentes locales.

Varias casas fueron incendiadas en la calle Anglade. Una niña que miraba la televisión recibió una bala perdida en su cabeza.

La comuna de Tabarre también fue blanco de ataques pandilleros con ametralladoras automáticas creando el pánico en la zona, los residentes tuvieron que escapar de sus hogares para salvar su vida, y otros vieron sus moradas reducirse a cenizas por el fuego.

El 18 de octubre los pandilleros obligaron trasladar del Tribunal de Casación a  la Escuela de la Magistratura la ceremonia de juramento de los miembros del Consejo Electoral Provisional por el peligro que corrían los participantes en esa zona de Puerto Príncipe.

Por su parte, el diario Le Facteur Haiti informó que durante los enfrentamientos antipandillas dos miembros de las Fuerzas Armadas de Haití resultaron heridos de bala y  fueron trasladados al hospital.