Un día después del cierre de cinco negocios de propietarios chinos por evasión millonaria de impuestos, las direcciones generales de Impuestos Internos y Aduanas cerraron al menos dos más en la populosa zona comercial de la avenida Duarte. La comunidad china se pronunció sobre estas acciones, instando a sus ciudadanos a cumplir las reglas, pero exigiendo respeto por parte de las autoridades a los derechos de los empresarios.

El cierre de comercios de capital chino ha generado impacto en la población que consume sus productos y servicios, pero sobre todo entre los empresarios dominicanos y economistas que consideran importante el ejercicio fiscalizador, pero sin discriminación.

Los otros dos negocios que fueron clausurados ayer: el restaurante Dragón Oro y la tienda Akoyo Accesorios, son “muy visitados”, aseguran comerciantes de la zona, quienes lamentan que los empleados se queden sin trabajo. Sin embargo, entienden la importancia de que paguen impuestos.

“Pero, hasta uno que vende sus cositas en la acera tiene que pagar algo por estar aquí, ¿por que los más grandes no van a cumplir con eso (el pago de impuestos)?”, dijo Edward Feliz, un vendedor de gorras y correas en uno de los quioscos que habilitó la Alcaldía del Distrito Nacional en la avenida Duarte.

De acuerdo con el informe preliminar de las autoridades recaudadoras, cinco comercios de propietarios chinos, cerrados anteayer en el Distrito Nacional, realizaron transacciones bancarias por aproximadamente 4,000 millones de pesos y ocultaron ante la administración tributaria la información real sobre sus niveles económicos en desmedro del Estado dominicano.

Respeto hacia las normas y a los derechos

La Embajada de China en la República Dominicana indicó ayer a Diario Libre que ha sido categórica en su función de lograr que sus ciudadanos cumplan con las leyes en los lugares donde hacen negocios.

“Reiteramos siempre a la comunidad respetar las leyes locales. Sin embargo, creemos que los negocios chinos contribuyen mucho a la sociedad dominicana. Hay que ver el efecto positivo de esos negocios también”, detalló la Embajada.

El equipo diplomático recordó que entre ambos países prima una relación comercial de varios años, por lo que pide a las autoridades que, cuando realicen cualquier operativo, respeten los intereses legales y legítimos de los ciudadanos chinos.

Desde el 2018 no se realiza un levantamiento de información de los chinos que viven en el país. Las autoridades asiáticas estiman que hay más de 30,000 chinos que se dedican, principalmente, al comercio formal e informal, con negocios de comida, tiendas, ferreterías y centros de servicios.