Al menos 15 personas murieron y más de 4,720 resultaron heridas en accidentes durante la celebración de la tradicional fiesta del fuego «Charshande Surí”, informaron este miércoles fuentes oficiales.
El director de la Organización de Emergencia Médicas Nacional, Jafar Miadfar, indicó que 189 personas perdieron una extremidad durante esta milenaria fiesta que se celebró anoche con saltos y bailes alrededor de hogueras, además de con petardos y fuegos artificiales, según el diario Irán Front Page.
La mayoría de los 4,720 heridos sufrió quemaduras por fuego o petardos y 1.070 de ellos recibieron lesiones en los ojos.
Estas cifras suponen un descenso con respecto al año pasado cuando se produjeron 27 muertos en las celebraciones, en las que además 222 personas perdieron alguna extremidad.
Las autoridades iraníes lanzan cada año campañas de concienciación pública sobre los peligros de los fuegos artificiales y otros artefactos con motivo del «Charshande Surí”, que se celebra la víspera del último miércoles antes del fin del año nuevo persa, el 20 de marzo.
Miles de iraníes bailaron, cantaron y saltaron a lo largo de Irán sobre hogueras en la milenaria fiesta, un festival de purificación con raíces zoroástricas anterior a la llegada del islam al país persa, pero que se moderniza a marchas forzadas.
Chicos y chicas sin velo en Teherán, juntos y revueltos, bailaron en público, algo prohibido para las mujeres, en un ambiente que no aprobarían los clérigos que rigen los destinos de Irán, en un signo de cambio de los tiempos.
Esta festividad tiene raíces zoroástricas, la religión dominante en Irán antes de la llegada del islam, y se remonta a unos 1.700 años antes de Cristo.
Su carácter preislámico siempre ha sido visto con malos ojos por los líderes de la República Islámica que, sin embargo, no han logrado impedir su celebración ni el uso de artefactos peligrosos e incendiarios.