En las últimas semanas, la sequía que arropa todo el territorio nacional ha disparado las alarmas de las instituciones que regulan el suministro del agua (Indrhi-Caasd), las cuales han llamado a la población a racionar el líquido.
Además de las escasas lluvias de los primeros meses del año, las pocas precipitaciones de ahora tienen que ver con la expiración de La Niña, fenómeno caracterizado por constantes lluvias, debido al enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial.
El Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos confirmó el final de La Niña e informó que ahora se entra a un periodo neutro o medio, que más adelante podría dar comienzo a El Niño, un fenómeno contrario y que se caracteriza en la República Dominicana por las escasas lluvias.
Gloria Ceballos, directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), precisa que el fin de La Niña se evidenció desde diciembre, cuando las lluvias comenzaron a bajar, lo que indica la llegada de El Niño, que, contrariamente al anterior, provocará una reducción de las precipitaciones.
La meteoróloga aclaró que el déficit de lluvias de la actualidad es estacionario de estos meses, principalmente marzo, considerado el mes más seco del año. Señaló que habría que esperar a finales de abril para ver lluvias de nuevo, pero que también serán escasas.
“La tendencia es que las aguas están comenzando a calentarse, pero todavía no se puede hablar del fenómeno El Niño, porque la diferencia de la temperatura con relación a la normal tiene que tener un valor para que ya se declare el fenómeno El Niño”Gloria CeballosDirectora de la Oficinal Nacional de Meteorología“
Agrega que, a pesar de que ambos fenómenos han estado presentes, también incide el cambio climático, el cual tiene que ver con el calentamiento global, como otro ingrediente a la situación del clima en República Dominicana, situado entre los 15 más vulnerables ante esa variación, según el Ministerio de Medio Ambiente.
La Niña tenía tres años seguidos, aclara la directora de Onamet, mientras que El Niño recuerda que la última vez que se presentó fue en el 2019.
Ese año, la propia Ceballos calificó la sequía de ese entonces, junto a la del 2015 y la del 1997, como las más extremas de la República Dominicana.
El Ministerio de Agricultura reportó la muerte de más de 1,200 vacas debido a la falta de agua y pasto.