El lunes por la noche se escribió una de las páginas más memorables en la historia del béisbol. En un duelo que pareció no tener fin, los Dodgers de Los Ángeles superaron 6-5 a los Azulejos de Toronto en un Juego 3 de la Serie Mundial que duró 18 entradas y seis horas con 39 minutos, convirtiéndose en el partido más largo en la historia del Clásico de Otoño..

El desenlace llegó gracias a Freddie Freeman, quien selló la victoria con un jonrón de oro en la 18ª entrada, confirmando su estatus como uno de los grandes protagonistas de esta era.
Freeman ya había dejado en el terreno a los Yankees en el Juego 1 de la Serie Mundial de 2024 con un grand slam, y ahora se convirtió en el primer jugador en la historia con dos cuadrangulares de oro en Series Mundiales.

“Simplemente se te presentan esas oportunidades una y otra vez”, dijo Freeman. “Es increíble que vuelva a ocurrir. Estoy feliz de haber ayudado a que estemos arriba 2-1, y ahora tenemos a Shohei en la lomita”.

Shohei Ohtani, fenómeno total

Si el bate de Freeman definió el juego, el show de Shohei Ohtani lo iluminó. El japonés tuvo una jornada sin precedentes: se embasó nueve veces, con dos jonrones, dos dobles y cinco bases por bolas, cuatro de ellas intencionales.
Pese al desgaste, el manager Dave Roberts confirmó que Ohtani abrirá el Juego 4 el martes por la noche.
“Está cansado, está contento… pero estará listo”, aseguró Roberts.

Del lado de Toronto, el mexicano Alejandro Kirk brilló al conectar su quinto cuadrangular de la postemporada, igualando el récord histórico para receptores en playoffs y Serie Mundial, marca que ahora comparte con Cal Raleigh y Sandy Alomar Jr.

Uno de los factores decisivos fue el relevo de los Dodgers, que venía con una efectividad colectiva de 6.16 en estos playoffs.
El lunes, sin embargo, el bullpen respondió de manera magistral: 13.1 entradas con solo una carrera permitida.
Destacaron el venezolano Edgardo Henríquez y Will Klein, quien lanzó los últimos 4.0 innings en blanco y se llevó la victoria.
“Freddie puso el punto de exclamación al partido”, dijo Roberts. “Pero fue un esfuerzo colectivo. Todos aportaron”.

Un clásico instantáneo

La victoria coloca a los Dodgers arriba 2-1 en la serie. Y la estadística juega a su favor: de las 63 ocasiones en que una Serie Mundial estuvo empatada 1-1, el ganador del Juego 3 terminó llevándose el título 42 veces (66.7%).

El maratón del lunes recordó al Juego 3 de la Serie Mundial de 2018 —también de 18 entradas—, cuando los Dodgers derrotaron a los Medias Rojas. Para Roberts, que también dirigió aquel partido, la comparación es inevitable.
“Uno de los mejores juegos de Serie Mundial de todos los tiempos”, afirmó. “Emocionalmente agotador. Y pensar que tenemos otro juego esta noche… es una locura”.

El epílogo perfecto

Freeman evitó que Yoshinobu Yamamoto, héroe del Juego 2, tuviera que lanzar una entrada extra: el japonés ya estaba calentando para el posible episodio 19.
“Lo vi preparándose y pensé: ‘Tenemos que mantener a este muchacho fuera del juego’”, contó entre risas el primera base.

El batazo de 406 pies por el jardín central selló la victoria y el lugar de Freeman junto a leyendas como Carlos Correa y David Ortiz, los únicos con tres jonrones de oro en postemporada.
Una noche que lo tuvo todo: historia, drama, resistencia y un nuevo héroe vestido de azul y blanco.