Cada 10 de mayo se celebra el Día Mundial del Lupus, una enfermedad autoinmunitaria crónica y compleja que puede afectar las articulaciones, la piel, el cerebro, los pulmones, los riñones y los vasos sanguíneos provocando inflamación generalizada y daño del tejido en los órganos afectados.
Así lo explica el doctor Roberto Muñoz, reumatólogo y asesor médico de la Asociación Dominicana de Lupus (Adolupus), a quien consultamos para conocer más sobre esta enfermedad, de difícil diagnóstico, que afecta al menos a cinco millones de personas a nivel mundial.
Si bien se desconoce la causa de esta condición, estudios e investigaciones han relacionado su desarrollo con la genética, la epigenética (cambios en los cromosomas que afectan la actividad genética), los factores ambientales, los virus y las infecciones.
“Se espera que los próximos estudios de estas variables nos ayuden a entender mejor las causas de la enfermedad, lo que debería llevar a un mejor diagnóstico, pronóstico, prevención y tratamiento“, sostiene el galeno.
El sexo es otro factor que puede aumentar el riesgo de sufrir lupus. De hecho, nueve de cada 10 adultos con la enfermedad son mujeres. También es más común en las mujeres afroamericanas, hispanas, asiáticas y nativas americanas que en las mujeres caucásicas. Muñoz indica que esto se debe a que se han establecido probables factores hormonales que predisponen a alteraciones en genes.
¿Por qué es difícil de diagnosticar?
Cansancio extremo o fatiga, erupciones cutáneas faciales, inflamación de las articulaciones y fiebre son algunos de los síntomas más comunes del lupus, los cuales son similares a los de otras enfermedades. Esta es una de las razones por las que puede ser difícil de diagnosticar.
Además, no hay una prueba exclusiva que pueda probar de forma definitiva que una persona ha desarrollado este mal. “Podría llevar meses, o incluso años, para tener certeza de la enfermedad”, agrega Muñoz.
El diagnóstico de lupus, por lo regular, se basa en los síntomas que refiere el paciente, los datos encontrados por el médico en el examen físico y pruebas de laboratorios especiales. “No hay pruebas de sangre específicas y únicas para diagnosticar lupus, como erróneamente se cree”, enfatiza el profesional.
No tiene cura, pero se puede vivir con él
El tratamiento del lupus es multidisciplinario; involucra tanto al grupo familiar como a distintos médicos de acuerdo a los órganos del paciente que hayan afectado la enfermedad.
“Los objetivos de un plan de tratamiento son prevenir o tratar los brotes de la enfermedad, prevenir o reducir el daño a los órganos y a las articulaciones, reducir la inflamación y el dolor, ayudar al sistema inmunitario y equilibrar las hormonas”, dice Muñoz, al tiempo que deja claro que la condición no tiene cura.
Aunque no hay forma de prevenir que se presente el lupus, asegura que siempre es útil llevar una buena alimentación, tener hábitos de ejercicio y mantenerse en un ambiente psicosocial adecuado: la clave para evitar eventos que sean factores de riesgo propensos a alteraciones inmunológicas.
Entidad de apoyo en el país
Las personas con Lupus en el país no están solas. Cuentan con la Asociación Dominicana de Lupus (Adolupus), cuyo objetivo es orientar a los pacientes, así como a las parejas, amigos y familiares de estos, para que entiendan esta enfermedad y sepan que, aunque no tiene cura, es posible llevar una vida prácticamente normal con ella si se sigue el tratamiendo indicado. Además, es un espacio en el que las personas que padecen la enfermedad pueden compartir sus experiencias con otros pacientes y apoyarse mutuamente.A través de sus plataformas digitales (@adolupusrd), la asociación comparte consejos y realiza conversatorios sobre temas relacionados con el lupus, tanto desde la perspectiva del médico como del paciente.