Un día después de haberla derribado, ciudadanos haitianos colocaron este viernes en su lugar la puerta del lado de Juana Méndez, en Haití, la cual le imposibilitaba vender y comprar con los dominicanos de Dajabón, en la frontera de ambos países.
Un grupo se sublevó y lanzó la puerta al río Masacre, el cual divide a ambos países. Luego de esto penetraron a territorio dominicano a comprar alimentos.
Este viernes, en el día del intercambio comercial, los vecinos cruzaron al lado dominicano, pero se quejaron de la lentitud en el sistema de registro biométrico que impuso el Gobierno de República Dominicana como medida de seguridad para evitar el cruce de las bandas criminales haitianas.
Los extranjeros explicaron que son muy pocas las personas que están atendiendo al registro de los ciudadanos haitianos que se sacrifican y esperan a pleno sol.
El excónsul de Haití en República Dominicana, Edwin Paraison, apuntó que se flexibilizó la toma biométrica y que la resistencia de sus compatriotas no es contra el proceso, sino por la tardanza que provoca.