Durante 52 años, la discoteca Jet Set -cuyo techo se derrumbó anoche- ha sido mucho más que un centro nocturno en la capital dominicana. Se convirtió en una institución cultural, una pasarela de estrellas y el lugar donde cada lunes se vivía una fiesta que trascendía el fin de semana.

Su famoso “lunes bailable” se convirtió en una cita obligatoria para los amantes del merengue, la salsa y la música en vivo. Justamente, en una cita más de esos lunes, cuando ya era la madrugada del martes, se derrumbó el techo del recinto y, al momento, se cuentan al menos 18 muertos y 121 heridos.

La fiesta la amenizaba el merenguero Rubby Pérez, quien se encuentra entre las víctimas.

Lo que comenzó como una discoteca de corte internacional —con el nombre inspirado en la élite viajera de los años 70—, evolucionó en los años 90 hacia una sala de conciertos tropicales.

Desde entonces, el Jet Set se consagró como templo del merengue, la salsa y la bachata, atrayendo a miles de dominicanos que, tras iniciar la semana laboral, reservaban los lunes en la noche para una escapada musical.

Un lunes como ningún otro

El “lunes bailable” no tardó en convertirse en tradición. Artistas de la talla de Johnny VenturaWilfrido Vargas, los Hermanos Rosario, Sergio Vargas y Fernando Villalona encontraron en el escenario de Jet Set un lugar habitual.

Más tarde, figuras de la salsa como Gilberto Santa Rosa, José Alberto “el Canario” y Michel “el Buenón” también se sumaron al fenómeno.

En un país donde los fines de semana suelen ser intensos, el lunes en Jet Set se convirtió en una suerte de respiro festivo para adultos contemporáneos, ejecutivos, músicos y nostálgicos del ritmo caribeño.

Resistencia en el tiempo

A pesar de los cambios generacionales y el auge de nuevos espacios de entretenimiento, el Jet Set mantuvo viva su esencia. La pandemia del COVID-19 obligó al local a cerrar temporalmente sus puertas, pero su reapertura reactivó con fuerza la cartelera de los lunes.

Aunque muchos de sus clientes más fieles ya peinan canas, la discoteca ha logrado atraer también a nuevas generaciones en tiempos de reguetón y música urbana

Su origen

Jet Set Club nació bajo el cobijo de Grecia López, quien pasó la antorcha a su hijo Antonio, quien mantuvo la tradición de este centro de diversión que a través de los años se ha convertido en un emblema del entretenimiento de República Dominicana.

No se había terminado el invierno del año 1973 cuando Grecia decidió abrir este negocio junto con dos socios.

Funcionaba como restaurante discoteca, y cerraba a la 1:00 de la madrugada. La gente salía del trabajo a las 3:00 de la tarde y el negocio se llenaba de personas en busca de beber una cerveza y compartir.

Las primeras orquestas que se presentaron fueron Fernando Villalona, Jochy Hernández y el Conjunto Quisqueya, y en la celebración de su primer aniversario pusieron la música Johnny Ventura y la agrupación Son de Cali.